Posted by : GuisBell
sábado, 14 de marzo de 2015
AUTORA: MARY BALOGH
SINOPSIS:
El Duque de Tresham, el soltero más cotizado y escurridizo de la
sociedad, debe batirse de madrugada por haber mancillado la reputación de una
doncella.
Pero la repentina aparición de
Jane Ingleby, empleada de una
sombrerería, provoca que el duque reciba un disparo en la pierna.
Cuando Jane es despedida de su
trabajo por haber llegado tarde, decide acudir a Tresham y pedirle que escriba
a su jefa y le explique los hechos para recuperar su empleo.
Pero él, seducido por su
extraordinaria belleza e intrigado por su desparpajo, le propone que sea su enfermera
hasta que esté mejor.
Jane, que oculta un peligroso
pasado, acepta y se instala en la mansión.
Mientras crece la atracción
entre el aristócrata y la modesta dependienta, Jane vislumbra un corazón de
insospechada nobleza tras esa fachada arrogante. Incluso cuando los oscuros
secretos de los que huye amenazan con salir a la luz, la joven comprende que el
mayor peligro de todos es la pasión que le incita a arriesgarlo todo por un mes
con un caballero que parece no creer en el amor...
TRILOGÍA AMANTES
1.- Más que una Amante.
2.- Amante de Nadie.
3.- La Amante Secreta.
FRAGMENTO DEL LIBRO:
—Y ahora, señorita Ingleby
—dijo —…venga a sentarse aquí cerca y cuénteme cómo planea entretenerme durante
las próximas tres semanas. Ha tenido mucho tiempo para pensar una respuesta.
—Sí, conozco los juegos de
cartas más comunes —respondió Jane a una pregunta—…pero no juego por dinero. —esa
había sido una de las reglas de sus padres: nada de apuestas en casa, salvo que
se jugara con peniques; y las apuestas acababan en cuanto se perdía media
corona, es decir, dos chelines y seis peniques—. Además —añadió—…no tengo
dinero para apostar. Supongo que a usted no le gustará jugar a menos que las
apuestas sean altas.
—Me alegro de ver que supone
usted conocerme tan bien —replicó el duque—. ¿Juega al ajedrez?
—No. —Jane negó con la cabeza.
Su padre sí sabía jugar, pero albergaba unas ideas un tanto extrañas sobre las
mujeres. El ajedrez era un juego masculino, solía decir con cariñoso
paternalismo siempre que ella le pedía que la enseñara a jugar. Su continua
negativa acicateaba el deseo de Jane de aprender—. No me han enseñado.
El duque la miró con expresión
pensativa.
—Supongo que no sabe leer
—dijo.
— ¡Por supuesto que sé leer! —
¿Acaso la había tomado por una analfabeta?
Sin embargo, recordó demasiado
tarde el papel que estaba interpretando.
—Claro, por supuesto —replicó
el duque en voz baja al tiempo que entornaba los párpados—. Y supongo que
también tiene una preciosa caligrafía. ¿Qué clase de orfanato era, señorita Ingleby?
—Ya se lo he dicho —respondió
ella—. Uno excelente.
El duque le lanzó una mirada
adusta, pero abandonó el tema.
— ¿Y qué más talentos posee
con los que pueda entretenerme? —le preguntó.
— ¿El trabajo de una enfermera
consiste en entretenerlo?
—El trabajo de mi enfermera
consiste en lo que yo diga. —sus ojos la miraron de arriba abajo como si pudieran
ver por debajo de la ropa. Jane encontró dicho escrutinio un tanto
desconcertante. —Al fin y al cabo —siguió el duque—…no creo que vaya a tardar
las veinticuatro horas del día en cambiarme la venda y colocarme el pie sobre
los cojines, ¿verdad?
—No, excelencia —admitió.
—Sin embargo, le estoy
ofreciendo alojamiento y manutención —le recordó él—. Y creo que le estoy
pagando un salario muy atractivo. ¿Va a negarme un poco de entretenimiento?
—Creo que no tardará en
cansarse de lo que puedo ofrecerle —respondió Jane.
El duque esbozó una media
sonrisa que, en vez de suavizar su expresión, le otorgó una apariencia un tanto
feroz. Jane vio que tenía el monóculo en la mano, aunque no se lo llevó al ojo.
—Ya veremos —repuso él—.
Quítese la cofia, señorita Ingleby. Me ofende. Es rematadamente fea y le echa
por lo menos diez años encima. ¿Cuántos años tiene?
—Excelencia —contestó Jane—…no
creo que mi edad sea de su incumbencia. Y preferiría llevar cofia mientras
cumplo con mis obligaciones.
— ¿Ah, sí? —de repente, su
actitud se tornó altiva y un tanto alarmante solo con enarcar las cejas—.
Quítesela —añadió con voz más suave.
COMENTARIO:
Me gustó mucho este primer
libro de la trilogía amantes.
Me encanto mucho descubrir que
Jocelyn, era un hombre diferente tras esa mascara arrogante y cruel que llevaba.
Aunque con la paciencia y comprensión de jane poco se ve realmente el hombre
que se escondía.
Pero la verdad es que como que
le faltó algo al final… pero bueno de todas formas me dejo con ganas de leer más
de Mary Balogh, no dejen de leerla.
GuisBell.
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es buena saga, aunque solo leí el primer libro
ResponderEliminarSi esta buenísima, aunque como comente sentí que le falto algo al final, pero te diré que el segundo libro es el que más me encanto, lo ame <3
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