Posted by : GuisBell lunes, 27 de enero de 2014

CALAMITOSA CLARISSA
AUTORA: LYNSAY SANDS
SINOPSIS:

¡¡Declarada calamidad para la humanidad!!
Lady Clarissa Crambray es un peligro para la humanidad. Y le han provisto un apodo: Calamitosa Clarissa.
Todos están a la expectativa del próximo accidente que la joven va a provocar.
Para su resguardo físico todos dan un paso atrás y alejan todo objeto que sea derramable, inflamable, rompible, filoso, puntiagudo o susceptible de causar un accidente.

Ver o no ver... Esa es la cuestión…
Clarissa siempre había deseado tener un novio, pero su madrastra quería más todavía, quería que ella encontrase alguien dispuesto a casarse con ella. Clarissa coincidía con el hecho de que los anteojos escondían la belleza de su rostro, pero si ella siguiese el consejo de su madrastra y no los usase, ¿Cómo diablos iba a ver a los candidatos?
Ya había causado suficientes desastres con su deficiencia visual y encima se había ganado un apodo infame en los círculos sociales en que se mueve. Todos los posibles pretendientes parecían salir corriendo cuando se acercaba “La Calamitosa Clarissa”
Hasta que de repente apareció un caballero dispuesto a bailar con ella. Un hombre elegante, atractivo y misterioso…
¡Y Clarissa irá tanteando y tropezando… para encontrar el amor!

Más allá de lo que los ojos pueden ver...
Adrian Montfort, el Conde de Mowbray, sabía que la bella Lady Clarissa Crambray podría ser peligrosa, pero perfecta para él.
Ella era, en verdad, un desafío. Pero era exactamente el desafío que él necesitaba…

¿Pero en verdad es tan ciega como dicen, y no pueda ver aquello que tanto le atormenta?

FRAGMENTO DEL LIBRO:

Era muy humillante tener que quedarse sentada, teniendo como única distracción los fragmentos de conversación de las personas que pasaban, muchas veces lanzando, con muy poca delicadeza, comentarios respecto a ella.
Sus accidentes desastrosos aparentemente eran el hazmerreír de la temporada. Se había ganado el apodo de “Calamitosa Clarissa”, y todos estaban a la expectativa de cuál sería el próximo “Accidente” para divertirse.

—Dicen que eres tan ciega como un murciélago, y demasiado vanidosa como para usar anteojos. —Clarissa parpadeó con sorpresa ante esa inesperada declaración. Si la falta de delicadeza de las palabras de él la sorprendieron, ella pudo percibir que sorprendieron todavía más a su interlocutor. La respiración de él quedó suspendida como si se hubiese dado cuenta de lo que había dicho. Mirando de reojo, se dio cuenta que él había levantado la mano para cubrirse la boca. —Perdón, creo que me extralimité. Nunca debería…

—No te preocupes. —Clarissa dispensó las disculpas y se hundió en la silla con un aire desanimado. —Todo está bien. Sé lo que las personas dicen. Creen que, además de torpe, soy sorda, pues no se preocupan de hablar delante de mí. Hablan lo suficientemente alto como para que pueda escucharlos. —ella imitó el modo en que las personas hablaban, haciendo muecas. — ¡Oh, vean, ahí está la pobrecita, la Calamitosa Clarissa!

—Te pido disculpas —él dijo bajito.

—No precisas disculparte. Por lo menos me lo dijiste en la cara.

—Sí, pero… —el pareció relajarse un poco. —En verdad, era más una pregunta. Yo quería saber si eres como dicen.

—Bien, no soy tan ciega. —Clarissa sonrió con amargura. —Veo bien con los anteojos. Pero mi madrastra me los sacó. —Clarissa arriesgó una sonrisa en dirección a él y aclaró: —Lydia parece creer que tendré más suerte de prender fuego el corazón de un buen candidato sin los anteojos. Aunque hasta ahora la única cosa que logré prender fuego fue la peluca de Lord Prudhomme.

— ¿Cómo? —Adrian preguntó asombrado. — ¿La peluca de Prudhomme?

—Si —ella confirmó, recostándose en la silla e intentando alejar ese recuerdo. —Fue así. Pero, si quieres saber la verdad, la culpa no fue enteramente mía. Él sabía que yo no puedo ver bien sin mis anteojos. ¿Por qué diablos fue a pedirme que le acercase una vela? —Clarissa hizo una pausa y miró de reojo en dirección al extraño. —Sin la peluca, él es más calvo que una bola de billar, ¿No te parece? —le pareció que él asintió con la cabeza, pero era difícil decir. También escuchó sonidos ahogados, como si él estuviese luchando por contener la risa. —Vamos, puedes reírte, estamos en confianza —Clarissa dijo, sonriendo. —Yo también me reí, pero no era el momento adecuado.
El entonces se relajó un poco más y, como estuvieron sentados lado a lado, Clarissa hasta pudo sentir el vigor de su brazo y de su pierna apoyada ligeramente en ella.
Clarissa forzó la vista, intentando hacer que el rostro del extraño entrase en foco. Quería mucho descubrir cómo era. Le gustaba el sonido de su risa y su voz firme. Y, aunque debiese apartarse un poco para no permitir la proximidad de la cadera de él rozándola con cada movimiento, le gustaba la sensación que sentía, por eso hacía de cuenta que no lo notaba.

— ¿Cómo reaccionó con ese... pequeño accidente?

—Nada bien. Y me culpó, por supuesto. Me dijo un par de groserías. Creo que me habría agredido físicamente si los criados no lo hubiesen detenido y sacado de la casa, prácticamente a patadas en el...—ella admitió, suspirando. —Por supuesto que después mi madrastra no pudo dejar de darme un sermón sobre cómo debo y no debo comportarme de aquí en adelante.

— ¿Qué tipo de sermón?

—Enumerando todo lo que tengo prohibido. —Clarissa sonrió. —Por ejemplo, no puedo comer en público, no puedo beber en público… de hecho, no puedo tocar nada, y mucho menos candelabros, floreros, velas, nada líquido, inflamable, rompible, filoso, puntiagudo... en síntesis, nada. Ni siquiera puedo salir a dar un paseo sin una compañía para guiarme.

— ¿Pero no te dijo nada respecto a bailar, verdad?


—No, pero no precisaba hacerlo, se cae de maduro.... —la sonrisa de Clarissa se desvaneció. Ella vaciló por un segundo, después intentó explicarse: —No veo bien. No veo ni una montaña delante de mis narices. Bailando sólo veo borrones de colores y luces a mi alrededor, y termino por perder el equilibrio. —ella hizo una pausa, sintiendo que comenzaba a ruborizarse con el recuerdo de la última alma caritativa y valiente que la había sacado a bailar. Había tropezado con él y ambos habían acabado cayendo al piso. Papelón y bochorno eran escasos para definir la situación.

COMENTARIO:
Calamitosa Clarissa es una historia muy divertida, en donde el humor predomina, así como el amor, la intriga, los celos, y mucho más.
No se pierdan la apasionante historia de Clarissa y Adrian quienes te divertirán con su historia, que nos enseña que el amor no es superficial ni vanidoso y te provocaran más de una carcajada y te enternecerán el corazón.
GuisBell.

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Bienvenido al Mundo de GuisBell, aquí podrás encontrar sinopsis, comentarios y fragmentos de los libros que estoy leyendo así como un poco de doramas, animes, mangas y películas, aunque ame más leer y es a lo que le dedico más tiempo.

Mi autora favorita es Lynsay Sands, ella abrió un mundo nuevo en mi vida, me lleno de felicidad con cada uno de sus libros, me hizo reír, llorar, enojar, amar... y mucho más. Los que amamos leer conocemos esos hermosos sentimientos que produce el leer.

Si amas a los libros, doramas, animes, mangas y películas igual que yo, pues este espacio es nuestro punto de encuentro, no dudes preguntar por cualquier duda que tengas sobre el blog.

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