Posted by : GuisBell
viernes, 28 de noviembre de 2014
AUTORA: Monica McCarty
SINOPSIS:
Rastreando los rincones más recónditos
de las Highlands y las islas del oeste, Robert de Bruce elige a diez guerreros
para que le ayuden en su cruzada por liberar Escocia del dominio inglés. Son
los mejores entre los mejores, elegidos por sus extraordinarias habilidades en
cada disciplina de la guerra. Y para liderar a esta guardia secreta, Bruce
escoge al guerrero más grande de todos.
Tor MacLeod, caudillo sin igual que no tiene rival con la
espada, no está dispuesto a dejarse arrastrar a la guerra de Escocia contra
Inglaterra. Devoto a su clan, este líder independiente no responde ante nadie,
mucho menos ante su reciente y seductora novia, la cual le es entregada en un
intento de asegurar su mando de la fuerza de combate más letal que el mundo ha
conocido jamás. Puede que la insidiosa muchacha que ha logrado colarse en su
cama se haya salido con la suya, pero nunca tendrá su corazón.
Aunque la reputación de su
esposo es tan feroz como sus modales, Christina
Fraser cree que bajo aquella brutal fachada se oculta algo de ternura. Pero
solo en la cama encuentra algo de afecto, en aquellos gloriosos momentos
colmados de ardiente deseo que desaparecen al llegar el alba. Cuando Christina
intenta desesperadamente ganarse el amor de su marido y fracasa, sumergiéndoles
en el peligro la víspera de la guerra, Tor se enfrentará a la batalla
definitiva: salvar a su esposa y abrirle su corazón… antes de que sea demasiado
tarde.
SAGA LA GUARDIA DE LOS HIGHLANDERS
1.- El Guerrero
2.- El Halcón
3.- El Guardián
4.- Víbora
5.- El Santo
6.- El Recluta
FRAGMENTO DEL LIBRO:
— ¡Espera! —dijo ella de pronto—. ¿Puedes sentarte un momento? —sus
dientecitos blancos mordieron la esponjosa suavidad de su exuberante labio
rosado. Él sintió otro pinchazo, esta vez mucho más abajo. Su miembro se
despertó, pensando en la noche venidera. Rápidamente desvió los ojos, molesto
por el lapsus. Christina, percibiendo que él iba a decir que no, añadió: —Por
favor, hay algo que debo decirte.
— ¿No puede esperar hasta que lleguemos? —aunque lo que tenía pensado
para ella cuando llegaran no dejaría demasiado tiempo para hablar, se dijo.
Christina se recogió de forma inconsciente un mechón rebelde de pelo
oscuro detrás de la oreja. Era delicada y pequeña como el resto de ella; tenía
la forma de una concha rosa y perfecta.
—Tal vez es una tontería, pero me gustaría decirlo antes de llegar a... ¿Dun...
vegan? —él asintió—. Haber dejado a nuestras espaldas todas las cosas
desagradables. —sonrió con timidez—. Además, puede que pierda el valor si no lo
digo ahora.
El asiento contiguo del banco se hallaba ocupado por su doncella, que
estaba roncando, y él fue a sentarse frente a Christina, con la espalda hacia
la proa del barco.
—Muy bien, ¿Qué es lo que querías decir?
Christina inspiró profundamente y habló en voz baja, para que no la
oyeran los hombres que estaban cerca, sentados a los remos.
—Quería disculparme por mi responsabilidad en lo que pasó la otra noche.
—Tor reaccionó de un modo reflejo ante aquel asunto con tensión e irritación, y
ella añadió enseguida—: Por favor, tienes que creerme cuando te digo que yo no
sabía lo que mi padre pretendía en realidad. Él juró que sería un par de
minutos. Yo no me di cuenta... —bajó los ojos. Incluso en la penumbra, Tor vio
que las mejillas le ardían—. No me di cuenta de lo que estaba pasando, hasta
que era demasiado tarde. Pero me colé en tu habitación, sabiendo que mi padre
quería obligarte a casarte conmigo, y por eso te pido perdón.
Aquel no era exactamente un extremo que a él le apeteciera recordar.
Todavía le hería el orgullo que ella hubiera conseguido eludir a su
considerable guardia. Reprimió su enfado y preguntó sin alterarse:
— ¿Por qué lo hiciste?
Christina apartó la cabeza, avergonzada.
—Si no hacía lo que mi padre me ordenaba...
No le salían las palabras, de modo que él terminó la frase en su lugar:
—Te habría pegado. —era tal como había pensado: la habían obligado. Pero
por mucho que él odiara que algunos hombres abusaran de sus mujeres y pudiera
solidarizase con su temor, eso no cambiaba el hecho de que ella había seguido
adelante con la traición de su padre, y que por ello lo había colocado en una
posición insostenible. — ¿Y nunca pensaste en negarte?
Tal vez ella había oído la acusación implícita en su pregunta, porque un
reflejo de orgullo sustituyó en parte la vergüenza que sentía. Contempló sus
brazos y sus hombros, y le recorrió de arriba abajo con la mirada, de un modo
que le caldeó la sangre.
—No todo el mundo es alto como una montaña, ni posee la musculatura de
una roca. — ¿Así que se había fijado en su cuerpo? La sangre ardiente de Tor
hirvió y rugió. —Apuesto a que hace bastante tiempo que no te enfrentas al
desprecio de alguien más fuerte. Puede que yo no sea tan valiente ni audaz como
tú, pero habría asumido la paliza si solo se tratara de mí. Aun así, yo no habría
sido la única que habría sufrido por negarme a hacer lo que él tramaba.
—Estabas protegiendo a tu hermana.
Darse cuenta de aquello eliminó cualquier rabia o resentimiento que Tor
pudiera haber sentido hacia la muchacha, por su papel en la traición de su
padre. No podía culparla por defender a su hermana.
Ella esbozó media sonrisa.
—También tenía miedo. Pero lo que dije antes sobre Beatrix es verdad; de
pequeña estuvo enferma y nunca ha sido muy fuerte. —él notó que se le quebraba
la voz por la emoción. Ella se secó una lágrima del rabillo del ojo—. La última
vez estuve a punto de perderla. No podía correr ese riesgo. Sabía que estaba
mal y que era horrible hacer algo así, y así se lo dije a él. Pero en aquel
momento pensé que no hacía daño a nadie, porque mi padre nos descubriría al
cabo de pocos minutos e intentaría forzar un compromiso de matrimonio, pero tú
nunca tendrías que llevarlo a cabo.
Tor ya había deducido a qué se refería.
—Planeabas huir con tu hermana.
Christina asintió, evitando su mirada.
—Sí.
COMENTARIO:
Primer libro de la Saga La Guardia de los Highlanders.
En el primer libro llegamos a
conocer a los increíbles guerreros de la guardia, quienes son únicos en lo que
hacen, ya desde ahí me da la curiosidad de saber que pasara con cada uno de
ellos, pero la historia es la del líder de estos guerreros Tor a quien me
dieron muchas ganas de golpearlo por cabezota jajajaja aunque a la final se redimió
más le vale… bueno que más puedo decir que Christina conquisto a su hombre ;)
GuisBell.
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