TO
PLEASURE A PRINCE
AUTORA: SABRINA JEFFRIES
SINOPSIS:
La bella Lady Regina Tremaine
ha rechazado a tantos pretendientes que todo el mundo la llama "La Belle
Dame Sans Merci". La verdad, sin embargo, es que no quiere casarse porque
encubre un terrible secreto. No obstante, no ve ninguna razón por la que su
hermano no debería cortejar a la adorable Louisa North, incluso cuando el
hermano de esa muchacha, el ignominioso Vizconde Dragón, no acepta la relación.
Marcus
North, el Vizconde, hijo bastardo del Príncipe de Gales, tiene fama de ser un monstruo
que mantiene a mujeres cautivas en su lúgubre castillo, con las que hace lo que
le place. Durante muchos años ha vivido exiliado de la alta sociedad, pero
cuando Lady Regina le pide que acceda a que su hermano festeje con Louisa,
Marcus le propone un tórrido pacto: su hermano podrá hacer la corte a Louisa si
Marcus puede festejar con ella.
SERIE REAL HERMANDAD
DE LOS BASTARDOS
2.- Complacer
al Príncipe.
Marcus frunció el ceño cuando entró en el espacioso vestíbulo de la
mansión extravagantemente decorada que los Foxmoor tenían en la ciudad. El
mayordomo le había anunciado que Lady Regina bajaría de un momento a otro, pero
ya llevaba esperándola más de quince minutos. Seguramente era parte del plan de
esa pérfida mujer para dominarlo y aplacarlo.
Perfecto. La dejaría proseguir con sus jueguecitos hasta que se cansara.
No pensaba inmutarse ante ella. Esa fémina podía ser una sirena, pero él
actuaría de forma tan inamovible como Ulises atado al mástil de su navío. Al
igual que Ulises, se sometería a escuchar el peligroso canto de la sirena sin
sucumbir a sus encantos.
—Usted deber de ser Draker —dijo una voz a su espalda.
Marcus se dio la vuelta y divisó a un hombre joven, rubio y vestido con
un elegante traje de seda color azul marino. Si Marcus no hubiera visto al Duque
en la fiesta de presentación en sociedad de Louisa, igualmente lo habría
reconocido por el enorme parecido físico que guardaba con Lady Regina. Ese
muchacho era realmente apuesto, demasiado apuesto para hacer feliz a una
cándida chica como Louisa.
Marcus sintió una gran aversión hacia él al instante.
—Hola, Foxmoor.
Su interlocutor se mostró perplejo.
— ¿Nos habían presentado antes?
—No exactamente, pero sé quién es usted.
—Excelente. —el Duque le tendió la mano, pero Marcus la rechazó. Tras
unos instantes Foxmoor retiró la mano. —Ha venido a buscar a Regina, ¿No es
así?
Marcus lo miró desafiante.
—Le ha contado nuestro… ejem…
— ¿Pacto? Sí. Por cierto, un pacto realmente peculiar —precisó con un
tono menos afable—. No sé si aceptarlo, pero Regina tiene la fea costumbre de
hacer siempre lo que quiere, sin importar lo que yo diga. Supongo que es uno de
los inconvenientes de tener una hermana, ¿No está de acuerdo?
—Lo siento, pero no he tenido el placer de experimentar esa clase de
problemas —le contestó Marcus al tiempo que esgrimía una sonrisa huraña—. Mi
hermana jamás osaría actuar sin mi consentimiento.
La mirada de Foxmoor se tornó más gélida.
—Pues a mí me parece que la señorita North sabe pensar por sí misma, y
pronto lo averiguará si la obliga a elegir entre usted y yo.
—Puede estar seguro de que Louisa aceptará lo que yo diga sin rechistar,
y si muestro la mínima objeción…
—Pero no lo hará —se jactó Foxmoor, exhibiendo una sonrisa entre
dientes.
— ¡Aaaah! Ya emerge la sabandija calculadora que se oculta en su
interior, ¿Eh?
— ¡Parad los dos! ¡Basta!
Ambos hombres miraron hacia la escalera al unísono, pero mientras Simon
fruncía el ceño ante la aparición de su hermana ataviada con un deslumbrante
vestido de fiesta, Marcus se quedó boquiabierto.
Si antes había pensado que era hermosa, ahora se daba cuenta que se
había quedado corto. La dama que se presentó de improviso en Castlemaine con el
fin de visitar a un agreste caballero anacoreta no iba vestida para deslumbrar.
En cambio, la que tenía ahora ante sus ojos se había acicalado para
cumplir su papel a la perfección. “La Belle Dame Sans Merci” estaba en su máximo
esplendor, con un divino traje entallado de crepé color rosa y un vistoso
collar de perlas a juego con unos pendientes como únicos complementos.
Y Marcus había pensado que no lograría seducirlo. Si no iba con cuidado,
pronto se lanzaría irremediablemente al agua y se ahogaría a los pies de esa
sirena.
COMENTARIO:
En esta historia conoceremos a los reyes de la terquedad Marcus y Regina
quienes no dan su brazo a torcer a menos que ellos quieran claro y pues veremos
quién gana la partida, aunque creo son más fuertes y felices juntos, me sacaron
mucho de quicio y ansiedad por conocer los secretos que los atormentaban.
Déjense atrapar con otra historia de Sabrina Jeffries.
GuisBell.